“Su creatividad es excepcional, y arroja luz sobre la falta de humanidad que la crisis del SIDA ha provocado en todo el mundo. Es crudo y poderoso y, sin embargo, divertido y salvaje”, dijo Molly Walker, presidenta del jurado.
“La Misteriosa Mirada del Flamenco”, ópera prima del cineasta chileno Diego Céspedes, recibió el “Un Certain Regard” durante la 78° edición del Festival de Cannes, cuya selección busca destacar “propuestas innovadoras” de la escena cinematográfica reciente.
Para el joven director, este triunfo no es individual. “Vengo de una población de Chile, uno de esos barrios obreros donde no se espera que gente como nosotros logre llegar aquí. Pero lo hicimos y no solos, vinimos con todas las locas de abajo, sin invitación, las que gritan, las que tropiezan duro pero siguen adelante”, reflexionó Céspedes durante su discurso de aceptación.

“La Misteriosa Mirada Del Flamenco”
Este neowestern es protagonizado por Lidia, una niña de once años criada por “El Flamenco” y otras mujeres transgénero, entre el desierto chileno a principios de los 80.
Marginada por la superstición del pueblo minero local, la familia se enfrenta a la culpa injustificada de una misteriosa enfermedad “propagada al momento de que un hombre se enamora de otro”. Cuando la “peste” azota a los miembros del “Alaska”, Lidia llevará a cabo una búsqueda de venganza, refugiada en el amor y la resiliencia heredada.
“Sútil, divertida y apasionada”, “El western queer aún no realizado por Pedro Almódovar”, o “La gema escondida de Cannes” son algunos de los elogios de la prensa especializada a esta película, que espera ser distribuída en nuestro país próximamente tras su gira europea.

La visión inédita
Si bien su sinopsis evoca relatos como “Temporada de Huracanes”, de Fernanda Melchor, o “Las Malas”, de Camila Sosa, la propuesta de Céspedes se distingue por abordar, con una mezcla de humor y sensibilidad, el mito persistente en torno al VIH y el SIDA. Aunque el desconocimiento sobre la enfermedad funciona como motor del conflicto, los adelantos de la película revelan que el verdadero eje está en los vínculos, como refugio frente al estigma.
En una entrevista al Festival de Cannes, Diego Céspedes reveló que aunque el SIDA fuera una idea aterradora, durante su viaje de autodescubrimiento a la homosexualidad “el mundo comenzó a abrirse”.
“Creo que ese es uno de los aspectos más importantes de esta película: cómo estas personas sobreviven —y ayudan a otras a sobrevivir— mediante el amor y la creación de familias elegidas, no biológicas”.
Esta moraleja cobra vida gracias a un ecosistema de actores profesionales y aficionados; rostros conocidos y novedosos que nutren desde su propia experiencia como personas LGBTIQ+ a esta interpretación al pasado. Paula Cundinamarca, quien interpreta a “Mamá Boa”, no es una actriz de profesión, y sin embargo logró construir su personaje bajo su propia inspiración y la de las mujeres trans que ha conocido.
“Me tocó vivir en una época donde la palabra ‘travesti’ era sinónimo de persona ‘trastornada’, de ‘delincuente’, de ‘adicto’. Era una cosificación demonizada. Yo prefiero mil veces a un responsable arrepentido que a la víctima, porque la victimización es una zona de confort”, señaló la actriz a RFI en Español.

“Un Certain Regard”
Esta sección del Festival fue introducida en 1978 por el crítico Gilles Jacob, y su proyección es exclusiva para aquellas películas “originales y diferentes”, que ofrecieran nuevas visiones a temáticas contingentes.
Dos décadas más tarde, se creó el galardón homónimo no para reconocer la perfección, sino para celebrar el riesgo, la originalidad y la visión de sus autores, junto con fomentar su distribución en Francia con un premio de 30 mil euros.
Ahora, la crudeza y sensibilidad de “La Misteriosa Mirada del Flamenco” convive en esta categoría con interesantes producciones, como “Canino” de Yorgos Lanthimos y “Después de Lucía”, de Michel Franco.
Diego Céspedes, el primer chileno en recibir el “Un Certain Regard”, no es un desconocido en Cannes. Tras egresar de Cine y Televisión en la Universidad de Chile, en 2018, escribió y dirigió su primer cortometraje “El Verano del León Eléctrico” que le valió el Primer Premio de la Cinefondation en el festival, y el Primer Premio del Nido en el Festival de San Sebastián.