En el continente de las músicas infinitas, los escenarios más grandes siguen sonando —casi siempre— con voces masculinas. Así lo demuestra el estudio “Brechas de género y subrepresentación femenina en festivales masivos en Latinoamérica”, realizado por Ruidosa entre 2022 y 2024, que analizó 6.850 presentaciones en 164 ediciones de 60 festivales distribuidos en ocho países de la región y el circuito latino en Estados Unidos.
La radiografía es clara: el 72% de los shows fueron protagonizados por hombres. Las mujeres aparecen con un 19% de participación como solistas y apenas un 1,5% como bandas, mientras que las disidencias no binarias registran un marginal 1%.
“Las brechas de género en los festivales de música masiva en Latinoamérica no solo persisten sino que en algunos casos se profundizan”, sentencia el informe, que pone cifras a una realidad conocida por quienes transitan el circuito musical de la región.
El espacio de la cima, aún lejano
Si se observa el podio —los llamados headliners, artistas que encabezan los carteles y concentran mayor visibilidad y recursos— la desigualdad es más evidente: solo el 14% fueron mujeres y apenas el 0,4% correspondió a artistas no binaries, frente a un 78% masculino.
Este patrón se repite incluso en bandas mixtas. Aunque representan un 7% del total, el 63% está compuesto mayoritariamente por hombres y más de la mitad tiene apenas una mujer en su formación. La inclusión existe, pero en clave simbólica.
País por país
Argentina marca el camino
El panorama no es homogéneo. Argentina lidera la región gracias a la Ley de Cupo Femenino, que exige un porcentaje mínimo de artistas mujeres en los eventos musicales. Hoy, el país registra un 27% de solistas mujeres, superando por 8 puntos el promedio regional, y una mayor proporción de bandas mixtas y femeninas.
Chile y México: espejos del promedio
En Chile, los números se alinean con el estándar regional: 19,9% de solistas mujeres y 1,1% de bandas femeninas. México, el gigante de la industria, refleja la misma estructura: 42,8% de solistas hombres, 18,8% de mujeres, y una tendencia creciente hacia la internacionalización, con artistas del Norte Global pasando de un 32% en 2022 a un 49% en 2024.
Costa Rica: la exclusión más marcada
El caso más extremo es Costa Rica, con un 66,7% de solistas hombres y un 58% de artistas del Norte Global. La presencia de mujeres y disidencias es prácticamente inexistente, configurando un espacio de alta exclusión tanto de género como territorial.
Un cambio que exige acción
Más allá de los números, el informe invita a mirar hacia adelante. “La igualdad en los escenarios no es opcional: es un derecho”, señala Ruidosa, que propone políticas públicas sostenidas, compromiso real de los organizadores, curadurías inclusivas y monitoreo de datos para desarmar la estructura que mantiene la desigualdad.
En una industria que celebra la diversidad como eslogan pero que en los hechos sigue reforzando jerarquías, el desafío es urgente: transformar el sonido de los festivales para que la música refleje toda la riqueza de voces que habitan Latinoamérica.